retos de la traducción juridica

Retos de la traducción jurídica

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Versatilidad, globalización y comprensión, son palabras que describen a la perfección el arte de la traducción jurídica, una actividad que ha elevado su importancia con la rapidez que las palabras han trascendido fronteras.

Como disciplina, la traducción jurídica comprende un grado de complejidad que supone un constante análisis, interpretación y competencias dentro del derecho, colocando innumerables retos a su alrededor con los que las personas que pretendan su ejercicio deben enfrentar.

Sin embargo, a pesar de los desafíos la traducción jurídica es constantemente solicitada y el deseo de incursionar en el mundo de la traducción se mantiene latente entre las personas. Es por ello que resulta importante distinguir lo que significa dedicarse a la traducción jurídica, de ese modo ¿Qué retos supone la traducción jurídica?

 

Errores inexcusables

La complejidad de la traducción jurídica reside en él mínimo, casi invisible, margen de tolerancia hacia los errores cometidos en la interpretación y traducción de los textos legales

Y es que un pequeño error del traductor puede significar, a efectos legales, una infinidad de consecuencias que bien sean casi imperceptibles o de grandes magnitudes resultan perjudiciales para el cumplimiento del documento.

De esa forma, uno de los mayores retos que atraviesa un traductor jurídico es el correcto dominio dentro de las competencias en derecho y lingüística, cuidando siempre la precisión con la que se traduce, interpreta y adapta a la lengua meta.   

 

Multidisciplinario

En la traducción jurídica no basta con dominar dos idiomas con excelencia y sus peculiaridades lingüísticas, sino que un traductor jurídico debe poseer competencias avanzadas en tantas especialidades como sea necesario. 

Desde contratos comerciales, actas, estatutos hasta convenios, los traductores jurídicos suelen dominar la legislación desde las distintas áreas que conforman el derecho comparado. 

Sin embargo, no existe un traductor jurídico generalista, debido a que resulta imposible abarcar todas y cada una de las ramas del derecho (internacional, fiscal, mercantil, propiedad intelectual, etc.) con igual grado de pulcritud, cuidando detalle a detalle y conociendo sus singularidades.

 

Fidelidad al documento

Dentro de la traducción jurídica, a diferencia de otros ámbitos de la traducción, se debe tener en cuenta diversos aspectos que van más allá del texto en sí. 

El traductor deberá a su vez dilucidar con precisión lo expresado, incluyendo el uso de términos técnicos, expresiones o citas referentes,  y respetar las características propias del documento que se es traducido en su lengua meta.

 

¿Jurada o jurídica?

Al momento de emprender el camino hacia la traducción jurídica es común que el obstáculo de la confusión y la desinformación jueguen en contra. Términos como traducción jurídica y traducción jurada son frecuentemente confundidos de manera errónea.

Si bien ambos tipo de traducción provienen de una misma raíz ambas comprenden diferencias significativas que lo harán acogerse por una u otra:

-Traducción jurada: Se encarga de la traducción de documentos públicos como partidas de nacimiento, actas de matrimonio, sentencias, etc.

En términos de protocolo resulta más compleja que la traducción jurídica, ya que usualmente es realizada por un profesional nombrado por el ministerio correspondiente.

-Traducción jurídica: Corresponde a la traducción de los demás documentos jurídicos, por lo que no necesariamente debe ser realizada por un funcionario público, tan solo requiere de un traductor experimentado y especializado en la materia.

 

Contexto

En toda traducción jurídica el contexto es uno de los pilares fundamentales, ya que cada país cuenta con un sistema jurídico propio. 

Es por ello que una traducción jurídica exitosa no solo cuenta con un excelente grado de comprensión lingüística, sino que también engloba un conocimiento legal y sensibilización cultural.

 

Los retos de la traducción jurídica hacen de ella una disciplina tan compleja como admirable, ya que su cuidado al detalle incentiva constantemente a los profesionales en la materia a mantenerse en constante aprendizaje buscando siempre la perfección dentro de los documentos traducidos. 

Y es que el idioma y la lingüística no suponen un obstáculo cuando la especialización, el conocimiento y la dedicación se hacen presentes en el mundo de la globalización.

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