Cuando surge la obligación de presentar alguna documentación ante un organismo oficial y está escrita en una lengua diferente a la española, es indispensable acudir a los servicios que prestan los traductores jurados.
Esto quiere decir, que estas traducciones deben ser elaboradas por profesionales certificados para estas labores, que se dedican a traducir documentos públicos o privados, validando con su sello, que es una traducción fiel ajustada al documento original.
Se puede mencionar, que para desempeñar esta profesión es obligatorio contar con la preparación académica suficiente, es decir, con un grado de licenciado, ingeniero o afín, además de contar con el resto de los requisitos exigidos y aprobar la evaluación respectiva.
Elementos esenciales de una traducción jurada
En este sentido, se convierten en elementos básicos de la labor del traductor jurado, la precisión en la traducción del documento, la confidencialidad y el cumplimiento de los plazos establecidos para la entrega del documento.
Por otra parte, es importante acotar, que el traductor jurado no certifica en ningún caso el contenido de los documentos traducidos, solo valida que la traducción es fidedigna en relación con los textos originales presentados.
El tipo de documentación manejada por estos profesionales es muy variada, desde la traducción de contratos, registros mercantiles, certificados de nacimiento, divorcio y defunción, hasta certificación de notas, antecedentes penales y resoluciones de juzgados.
Todos estos documentos son traducidos por los profesionales acreditados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, siguiendo los más estrictos estándares, que garantizan la calidad de la traducción entregada.
En este sentido, al momento que aparece la necesidad de contar con los servicios de un Traductor Jurado, la mejor alternativa es ingresar a la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores y ubicar los traductores autorizados.
Proceso de traducción
La normativa ISO 9001 e ISO 17100, obligatoria en el proceso de la traducción jurada, tiene como objetivo fundamental que los documentos se perciban al leerlos como si desde el principio estuvieran escritos en la lengua de destino.
Para lograr este propósito, la traducción jurada sigue un proceso, bien diferenciado y estricto, que tiene tres pasos principales, los cuales se detallan a continuación:
Paso 1. Antes de la traducción
En conversación con el cliente se evalúan sus necesidades y se prepara la planificación detallada, con la inclusión de las bases terminológicas, los glosarios, la documentación de referencia y el estilo del cliente.
Se asignan, en este paso, los traductores nativos, en la lengua de destino y que posean la experiencia suficiente en este tipo de labores, tal como lo establece la normativa ISO.
Paso 2. Traducción de los documentos
En este paso, el equipo designado traduce el o los documentos recibidos, en el plazo estimado para su revisión, con la finalidad de garantizar la coherencia, pertinencia y calidad de la traducción.
Paso 3. Revisión, entrega y retroalimentación del proyecto
Tras la revisión final, ejecutada por el coordinador del proyecto, se entrega al cliente, a quien se le solicita llenar una encuesta de satisfacción, con miras a efectuar las mejoras necesarias para la perfección del proceso.
En esta fase se actualizan los glosarios y toda la documentación de referencia para los proyectos a futuro.
Los documentos, ya traducidos, se entregan al cliente, se revisan y luego se envían los definitivos, con las firmas y sellos necesarios, a través del correo certificado, en un plazo que no supera los 5 días, plazo que va a depender de la complejidad de los documentos entregados.
En este sentido, toda la documentación es escaneada y se envía por email y también por el correo certificado, a la dirección postal del cliente con la firma y sello que certifican que se pueden presentar en los organismos oficiales.