El trabajar como traductor es un ámbito profesional con abundante campo y oportunidades. Pueden ejercer para una compañía de traducciones, escoger las traducciones por cuenta propia, realizarlo para obras literarias, en diversas materias técnicas, y más variadas.
Poseer el dominio absoluto del idioma de origen, o lengua nativa y de él que tiene el texto a traducir aparece como la primera de las habilidades que debes tener.
Pero, la pregunta es ¿Qué otras habilidades tiene que presentar un buen traductor?, ¿solo basta con el conocimiento de dos idiomas y ya?
En estas líneas intentaremos pasearnos por todas aquellas habilidades complementarias que tendrá que dominar el traductor, si desea ejercer cabalmente y de manera brillante su profesión.
Especialización
El conocimiento de las lenguas es lo básico, pero para destacar en tus traducciones debes entender las particularidades de los diversos temas de lo se trata y explana en los diferentes textos.
Si lo redactado versa acerca de las últimas tendencias de la moda, necesitarás entender el mundo de la moda para conocer palabras y términos específicos que darán sentido a la redacción.
Igual sucede al traducir textos de salud, arquitectura, física, o cualquier otro que se nos pueda presentar. Especializarse en uno, o pocas materias, te dará la capacidad necesaria para destacar en diferentes ámbitos.
Experiencia
Al terminar la formación profesional, nos coloca en el lugar de quién tiene los conocimientos más frescos, pero sin haberlos puesto en práctica. Nadie conoce tu trabajo.
Iniciar tu hoja de vida profesional trabajando por tu cuenta, te servirá para pulir muchos detalles, y dará a conocer tu manera y estilo de trabajo.
También puedes empezar en una compañía de traducciones, como asistente, y no como traductor principal. Esto te hará conocer la profesión con el contexto necesario para que complemente lo adquirido en la academia. Paso a paso, serás reconocido, si ofreces un trabajo de primera.
Tecnología
Como todas las profesiones, el oficio de traductor ha evolucionado adaptándose a las diversas tecnologías existentes. Un buen profesional de la traducción, necesita conocer y dominar los equipos de comunicación, el uso de ordenadores, redes sociales y demás temas tecnológicos.
Las temáticas en tecnología son imprescindibles para desempeñarse con rapidez, pulcritud y salvar las distancias a la hora de recibir trabajos y entregarlos a tiempo.
Buena redacción
El saber redactar con el debido conocimiento gramatical de cada uno de los idiomas, en diferentes variados estilos, viene a ser el complemento ideal del manejo idiomático.
Puede parecer que se habla de lo mismo, pero aunque se conozca el idioma de destino, el utilizar la correcta construcción de oraciones para que tengan sentido, de manera fluida y natural pasa por el dominio de escritura y redacción a fondo.
Organización
El tiempo de realización de proyectos de cada profesional, viene a ser una cualidad particular. Solo tú sabes cuánto necesitas para culminar un encargo de manera puntual. Puedes destacar como el mejor traductor, pero si el trabajo llega después del plazo, nadie seguirá contratando tus servicios.
Debe evitarse tomar más proyectos que los que pueda abarcar, y así destacamos como un profesional organizado, responsable y puntual. La pulcritud en el trabajo, y la entrega a tiempo hará que tu desempeño destaque.
Resaltar en una profesión es la unión de variadas características como son la capacidad de resolución de problemas, colocarse en el lugar del cliente para darle justo lo que requiera, no lo que a ti te parezca.
Una buena comunicación con los jefes o clientes siempre hará la diferencia, porque obtener su perspectiva y aspiraciones es una cualidad esencial para lograr la excelencia.
Cómo podrás haber notado, el buen perfil profesional del traductor pasa por variadas habilidades que van más allá del dominio idiomático. Entender esto hará la diferencia y te colocará en el grupo de los reconocidos y recomendados.
