Aseguran que nadie nace sabiendo. Y cierto es. Es posible que durante tu vida hayan sido contadas las situaciones que hayas necesitado pedir una traducción jurada.
La razón es que este servicio de traducción es considerado como uno de los más necesarios que puede dar una agencia de traducción. Ello se debería a que es un traductor especializado y avalado por el Ministerio de Asuntos Exteriores el que debería jurar y traducir cualquier archivo oficial que necesites exponer en otro lenguaje frente a un organismo oficial o frente a cualquier otro estamento.
De allí que suela ser más reconocido de lo cual parece solicitar una traducción jurada. Por consiguiente, seguro que en algún momento en tu vida necesitarás una traducción jurada.
Para aquellas situaciones, te contamos los errores que debes intentar de eludir una vez que contactes, ejemplificando, con una agencia de traducciones juradas.
Confundir términos
Uno de los errores más frecuentes es confundir los términos. La Traducción jurídica no es lo mismo que la traducción jurada.
Las traducciones jurídicas son concretas dentro del entorno del derecho, en lo que las traducciones juradas poseen más que ver con la veracidad y carácter oficial de un archivo, en otras palabras, si tienes que exponer tu partida de origen en otro país, necesitarás una traducción jurada, que irá con la traducción al lenguaje y la firma y sello del traductor.
¿Cuánto cuesta una traducción jurada?
Bastantes personas consideran que como hablamos de una traducción oficial, debería contar además con unos costos oficiales fijados por el Ministerio. Craso error. Los gastos de una traducción jurada dependen de varios componentes, entre los que destaca el número de palabras del archivo y el lenguaje al que se deba traducir.
¿Con o sin archivo original?
Otra cuestión que causa disputa es si se debería dar o no el archivo original para hacer la traducción jurada. La contestación es que no se necesita. El traductor jurado puede firmar y sellar una réplica del archivo original. Y por cierto, es lo usual.
Tengo que ir en persona a llevar el documento original para una traducción jurada
Basta con una réplica escaneada del archivo original, debido a que el traductor jurado certifica que la traducción que hace es fiel al original, empero no la veracidad.
Aquello sí, la entrega constantemente debería hacerse en papel, aunque si el comprador prefiere el formato digital, se le puede mandar. Sin embargo, ciertos organismos necesitan del archivo jurado original y por consiguiente, sí que debe ser en papel.
Una traducción oficial jurada no la puede hacer cualquier persona, necesitas llevar a cabo unos requisitos legales.
Una traducción usual y una jurada apenas se diferencian
Las traducciones juradas se diferencian de las tradicionales, pues, tienen que llevar la firma y el sello del traductor jurado que las hace.
En el sello figurará su nombre y apellidos, el lenguaje o los lenguajes para los que está habilitado para hacer traducciones juradas y su número de traductor jurado.
Asimismo, además se acompañará de una manera que certifique la precisión de su tarea y se acompañará el original con una réplica de este sellado y fechado en cada una de sus páginas.
Cabe resaltar que el original jamás se sella, solamente se sellan las traducciones y las que corresponden a copias del archivo original.
Las traducciones juradas en España no sirven en otros países
El único requisito es que el territorio de destino las reconozca. Los organismos oficiales de otros territorios acostumbran a solicitar que la traducción se encuentre legalizada o «apostillada», o sea, un sello que ratifica la validez legal de un archivo en cualquier territorio firmante del Acuerdo de La Haya.
En funcionalidad del tipo de archivo, la Apostilla de la Haya va a poder solicitarse en un Colegio de Notarios (documentos notariales), en un Ministerio de Justicia (documentos judiciales) o en un Ministerio de Educación (expedientes académicos, títulos y certificados).