Quién es un traductor

¿Quién es un traductor?

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El traductor, en términos sencillos, es aquella persona, que labora profesionalmente en el arte de trasladar textos de un idioma a otro. 

Esta labor puede realizarse de forma escrita (traducción documental), o de manera oral, en cuyo caso estamos en presencia de un intérprete.

 

¿Cómo lo hace?

Cuando el profesional de la traducción realiza un proyecto, en donde se le encarga llevar un documento o texto escrito, de un idioma de origen a otro de destino, por lo general hará su trabajo en un lapso prudente, previamente contratado.

Este lapso, siempre irá en relación con la complejidad, extensión y necesidad de quien requiere la traducción.

En este tipo de trabajo se tiene el tiempo y el espacio para estudiar el texto, consultar al cliente en busca de una precisión, consultar glosarios y hasta la opinión de un colega experto.

Todo este trabajo se realiza en busca de la adecuación más exacta, en términos, conceptos, contexto y todas las precisiones necesarias.

 

Otra manera

Por el contrario, el intérprete, a pesar de tener el conocimiento de los idiomas, igual que el traductor documental, no posee ese espacio para estudiar las palabras y su adecuación al momento. Debe tener especial agudeza en el sonido diferenciado de las palabras, pues aunque domine los idiomas, no es igual leer que escuchar.

Se le requiere una inmediatez en su traducción, y este traslado debe estar totalmente sincronizado con los gestos y momento en que la persona que está expresando de forma oral, los emite. Es muy corto el tiempo que se le da para entender y traducir. 

Por esto el intérprete tiene una formación distinta a la del traductor documental.

 

Formación

El traductor oficial debe tener una formación, además obtener la certificación que le dará validez a cada trabajo o proyecto que se le asigne. 

No es suficiente con tener conocimiento de los idiomas, y mucho menos con acceder a herramientas tecnológicas, ni una extensa biblioteca de diccionarios y glosarios.

Si el traductor realiza sus oficios como representante de un organismo oficial, debe atravesar por el proceso de examen, y aprobar ante el organismo competente, quien le otorgará su certificación.

Si, por el contrario, se requiere de los servicios de un traductor, dentro del funcionamiento de un ente privado, allí si puede realizar sus funciones, sin que medie la certificación oficial.

 

Tipos de traducción

Pueden encontrarse tantos tipos de traducción como requerimientos y necesidades. En general podemos clasificarlas por materias y estilos y características de los textos asignados.

 

Literaria

En esta traducción, los textos son detallados y cuidadosos en su narrativa, significados, y construcción de frases. Se busca el mayor acercamiento del texto, sin perder la belleza y el estilo que trae. Novelas, poesías y otros textos se encuentran en este segmento.

 

Divulgativa

Se trata de trasladar boletines oficiales contentivos de información precisa. Textos periodísticos, resoluciones, entre otros.

 

Científica

Una vez más nos encontramos con la dificultad de la precisión de términos. Es un trabajo de conocimiento que va más allá del dominio de los idiomas involucrados. Precisa el estudio de la materia y la opinión de expertos.

Iguales precisiones y dificultades se encuentran en las traducciones técnicas. Las adaptaciones serán necesarias, sin perder la exactitud de la información.

 

Jurada

En este segmento se encuentran aquellas traducciones que precisan estar certificadas, para otorgarles validez en el país de recepción del documento.

Solo los traductores aprobados por el país, posterior a estudios y exámenes de certificación, están capacitados y acreditados para acometer estos proyectos.

 

Jurídica

Como en todas las materias, la traducción de textos legales, documentos como contratos que comprometen a instituciones y personas, deben cuidar la exactitud de los términos, y su adecuación al idioma de destino o recepción.

Los ordenamientos en cada país, pueden presentar diferencias en las figuras jurídicas que representa cada término legal.

 La fineza de la traducción, y el conocimiento del idioma y las leyes de cada país, es necesaria para evitar consecuencias de gran relevancia.

 

Intérprete vs. Traductor

El profesional que se desempeña como intérprete, puede con relativa sencillez adaptarse a traducir de manera documental. Tendrá los conocimientos de los idiomas, además del tiempo para estudiar, adecuar y resolver las posibles dificultades que el texto presente.

Cuando se trata de hacer un trabajo como intérprete, por un profesional que se desempeña como traductor, la cuestión es un poco más compleja. En este caso el traductor debe obtener la agilidad para llevar al idioma de destino, lo que escucha, y hacerlo con segundos de diferencia. 

Prestar atención a lo que se ve y se escucha, al mismo tiempo que se traslada a otro idioma, lo observado, no es tan sencillo como parece. El intérprete ha dominado esta sincronía con el paso de los años y la experiencia que ha obtenido.

Parece más sencillo pasar de intérprete a traductor, que viceversa.

La recomendación de siempre es seleccionar la agencia de traducción, o profesional, al que se le encomendara el proyecto que necesita.

En nuestra región abundan profesionales calificados, y dispuestos a dar el mejor resultado a sus necesidades.

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